El Viernes Santo se convirtió en un día histórico en el que tuvimos la oportunidad de presenciar al Santísimo Cristo Crucificado y del Amor, así como a su Bendita Madre María Santísima de la Soledad, recorriendo las calles de la Villa en sus singulares en sus singulares Estación de Penitencia, a pesar de la amenaza latente de lluvia.
Desde Nueva Carteya Cofrade, queremos expresar nuestra más sincera felicitación a ambas corporaciones por tomar una decisión tan arriesgada y difícil. Aunque fue un Viernes Santo atípico, tuvimos el privilegio de disfrutar de dos procesiones en nuestras calles.
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